01 Yo pienso que a mi pueblo (Ballesté, E.)
02 Todo se acaba (Sª Ana, P.)
03 La letanía de los poderosos (Palomares, G.)
04 La canción del oro blanco (Espinoza, J.)
05 Los niños que nada tienen (Madrigal, F.)
06 Te quiero (Benedetti-Favero)
07 La locomotora (Folk.)
08 Una hiedra (Folk.)
09 La chilindrina (Flores, C.)
10 En la medianía del cuerpo (Folk.)
11 Décimas de Arcadio Hidalgo (Folk.)
02 Todo se acaba (Sª Ana, P.)
03 La letanía de los poderosos (Palomares, G.)
04 La canción del oro blanco (Espinoza, J.)
05 Los niños que nada tienen (Madrigal, F.)
06 Te quiero (Benedetti-Favero)
07 La locomotora (Folk.)
08 Una hiedra (Folk.)
09 La chilindrina (Flores, C.)
10 En la medianía del cuerpo (Folk.)
11 Décimas de Arcadio Hidalgo (Folk.)
Ficha: www.pacoweb.net
MARÍA AMPARO OCHOA CASTAÑOS (1946 - 1994 - México)
Miembro de una generación de intérpretes y compositores que tuvo su origen
en la década de los sesenta, Amparo Ochoa emergió desde un principio
como la gran figura de la entonces naciente Nueva Canción.
Los 25 años de su trayectoria artística fueron marcados por el signo de una
entereza inquebrantable.
Fiel a sus ideales, asumió con profunda responsabilidad el llamado de su
propia conciencia para ir de pueblo en pueblo, de plaza en plaza, de lugar en
lugar y dejar en cada parte su testimonio de lucha, la convocatoria a
conquistar un mundo más justo, a no deponer la dignidad y a ondear siempre la
bandera libertaria.
El hecho de que desde pequeña en su tierra natal, Sinaloa, sus familiares
la hayan rebautizado con el nombre de "Vida", encierra en sí
un símbolo que va más allá de la llaneza de un apodo, pues es la vida lo que
departió en cada canción que interpretó.
Ya lo dijo Elena Poniatowska: "Al igual que otros toman su fusil,
Amparo Ochoa va con su voz anunciando la buena nueva, pregonando el día de la
liberación, el día en que nadie sea esclavo y que a ningún niño le falte su
cometa".
La firmeza de sus principios la alejaron de intereses comerciales y de
afanes protagonistas, sacrificando así la posibilidad de la fama y el dinero a
cambio de su gusto por cantar a la tierra, al amor y al desamor, a los retos
del hombre y de la mujer, a las tradiciones y costumbres, a los injusto y a la
esperanza. Y lo hizo con una diversidad musical tan amplia que sólo puede
reconocerse en voces que, de tan prodigiosas, resultan extrañas.
Amparo Ochoa es más que la nueva canción, es más que el folklor o el neofolklor. Amparo
Ochoa es su actitud, lo suyo como mujer, como madre, como hija, como
hermana; como ciudadana del mundo esparciendo el lenguaje de la solidaridad;
como vocera y representante fiel de los más caros anhelos de todos los pueblos.
No es gratuito que el cancionero popular universal la registre como uno de sus
principales exponentes.
El estilo abierto, carácter y gallardía de Amparo Ochoa están
contenidos en todos y cada uno de sus discos, invaluable legado cultural que
trasciende la etiqueta de canciones al erigirse como documentos vivos, pues en
ellos están expresados el dolor, la alegría, el coraje, la pasión y la ilusión,
no sólo del pueblo mexicano, sino también el de toda América Latina, o el del
viejo continente, a donde llevó la hermandad de estas tierras.
TUVE EL PRIVILEGIO DE CENAR JUNTO A ELLA EN UNA RAMA VERACRUZANA POR AHI POR DIVISIÓN DEL NORTE ERA UNA BELLISIMA PERSONA, Y ERA MEXICANA UN ABRAZO Y UN BESO DONDE QUIERA QUE ESTES AMPARITO
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